Viejo
Al viejo lo maté por el alquiler. Me volvió loco su plan de muerte a cuentagotas. Me enfermaba verlo por las noches, insomne en su balcón esperando pasivamente su deceso. Porque es preciso desafiar a la muerte, tanto como inexorable es la culpa, escribo esta carta que leerá, Sr. Juez, seguramente después que los vampiros me encuentren levitando entre los cables. Por eso vuelo, Sr. Juez. Por eso grito. Por eso escribo.