El aspirante
Aspiro a ser presidente. Presidente de la nación. Pero como todavía no soy muy popular, me conformo con aspirar a ser gobernador de una provincia. Bueno, para ser más realista, aspiro primero a ser intendente de alguna localidad, o concejal. Pero para eso primero debería estudiar una carrera que me dé un título importante. Por eso aspiro, por el momento, a ser licenciado o doctor. No sé bien en qué. Todavía. Pero Licenciado o Doctor, estaría bien. Pero para estudiar una carrera universitaria tengo que terminar el secundario. Aspiro a terminarlo algún día. Mientras tanto me entretendré aspirando cocaína. Los lunes y los miércoles. Los martes y jueves, en realidad, aspiraría heroína. Los viernes aspiraría mi casa. Con una aspiradora Yelmo. Esa que Berugo Carámbula llamaba “El enano chupatierra”. Sí. Esa misma. Bueno la misma no, porque yo no me la ganaría en “Atrévase a soñar”. Sería el mismo modelo pero no la misma que tenía Berugo Carámbula en el estudio de televisión. Esta la compraría en un local de electrodomésticos. En verdad, sería de mi madre. Yo se la pediría todos los viernes para aspirar mi casa. Pero aspiro a tener mi propia aspiradora algún día. Los sábados serían mi día de relax. Iría a yoga para hacer ejercicios de aspiración. Los domingos fumaría. Durante todo el día aspiraría el humo de unos ochenta y siete cigarrillos. Pero aspiraría a dejar de fumar. Y también aspiraría a dejar las drogas. De lo contrario debería renunciar a todas mis aspiraciones. Porque además de aspirar a terminar la escuela secundaria, aspiro a tener una familia. Una casa. Un perro. O un gato. También aspiro a ser un artista. Sí. No es ninguna locura. Puedo ser presidente y artista. Podría anunciar aumentos de impuestos con canciones y simultáneamente ganar dinero con los derechos de autor. O ser actor. Presidente y actor. Y si cometo un error en público, luego salvarlo diciendo que se trataba de una actuación. Pero para ser artista, antes tengo que inspirarme. No sé bien cómo es eso. Pero aspiro a averiguarlo. En cuanto a mis aspiraciones a la presidencia, antes voy a tener que terminar todos mis estudios. El jardín de infantes. La escuela primaria. Mis aspiraciones no son exageradas. O al menos no lo serían si yo fuera humano. Aspiro a serlo algún día. Aunque primero aspiro a ser un espermatozoide o un óvulo que viene a ser algo así como medio humano en potencia. Pero para eso antes tendría que ingresar al cuerpo de otro humano de quien aspiraría a ser su hijo introduciéndome en su aparato reproductor. O en alguna de sus glándulas. Mientras tanto espero. En el aire. Flotando. Aspirando a ser aspirado por alguno de ellos para poder concretar todas mis aspiraciones.
